La prevención de enfermedades en la mujer es de vital importancia, acudir a controles con tu ginecóloga se convierte en una manera de evitar enfermedades que en muchas ocasiones no presentan síntomas.

Acude a tu ginecóloga cuando tengas molestias, infecciones, problemas con tu regla o con tu fertilidad, pero también para realizarte controles.

La periodicidad de los controles lo determinarán tu edad, tus antecedentes y el estado de salud.

La ginecóloga te realizará una revisión médica y una historia clínica, dentro de las posibles revisiones se encuentran:

-Citología. Se inician cuando comienzan las relaciones sexuales, suelen realizarse hasta los 70 años. Recogen muestras de células de la vagina y cuello de útero para analizarlas al microscopio y detectar posibles anormalidades que puedan progresar a células malignas. Dependiendo de los resultados se aconseja un control anual o a los tres años.

-Ecografía ginecológica-transvaginal. Permite comprobar el estado de tu vagina, útero y ovarios y detectar la presencia de alteraciones como quistes o miomas.

-Mamografía. Se recomienda hacerse una mamografía a partir de los 50 años y dependiendo del resultado, espaciar cada dos o tres años (dependiendo de cada protocolo), algunos especialistas recomiendan la primera mamografía los 40 años.

-Ecografía de mama. Útil en el diagnóstico de patología mamaria, se usa sobre todo en mamas densas, con tejido fibroglandular.

-Densitometría. Determina el estado de la masa ósea. Útil en la menopausia para saber si existe osteopenia u osteoporosis.

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