Si la herida sangra se debe aplicar presión y actuar como explico en el vídeo de detener hemorragia.
Antes de manipular una herida, lávate las manos.
Si la herida no sangra, debe lavarse con agua y jabón, con abundante agua, mejor si es con una cierta presión (con el grifo de la ducha, por ejemplo)
Si no dispones de agua, puedes usar solución salina o suero fisiológico.
Seca con una toalla limpia o con una gasa, si hay varias heridas, utiliza una gasa para cada una de ellas.
Si hay pequeños objetos clavados, no los trates de extraer, tapa la herida y acude a un centro sanitario.
Debes secar las heridas siempre de dentro a afuera, es decir, desde la propia herida hacia la piel, nunca al revés.
Aplica un antiséptico para heridas de la piel, preferiblemente Clorhexidina, no lo apliques en mucosas ni en heridas profundas o extensas.
Evita el agua oxigenada, el alcohol u otros productos que pueden dañar la piel.
No uses algodón para secar las heridas o para aplicar el antiséptico, usa una gasa.
Cubre la herida para favorecer la curación en ambiente húmedo.
Vigila la evolución de la herida durante las siguientes 24/48 horas y acude a un centro sanitario si observas signos de infección: dolor, calor, rubor, tumefacción.
No uses ningún producto “casero”, no apliques ungüentos o cremas en las heridas.
Debes acudir a un centro médico si la herida es en la cara o cerca de los ojos, los bordes de la herida están abiertos, no deja de sangrar o supura, si tiene fiebre alta, si duele o pierde la sensibilidad en la piel de la zona, si se trata de una herida sucia y no recuerda cuando le administraron la vacuna antitetánica.
Guía para el correcto cuidado de las heridas. (pdf) De la Sociedad Española de Heridas (SEHER)
Errores al curar una herida:
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