El momento del baño del bebé es agradable y permite un mayor contacto de él con los papás.

Debe ser un momento divertido y relajante.

Es importante adecuar el material al bebé y que la crema y el jabón sean específicos para su piel.

Ten preparado antes todo lo necesario para el baño:

jabón, toalla, cepillo o peine para el pelo del bebé, pañales, tijera para cortar uñas (especial para bebés), crema o loción hidratante.

Ten la ropa con la que le vestirás preparada antes del baño. Su ropa debe ser de algodón o tejidos naturales.

El baño debe durar poco tiempo, especialmente cuando son muy pequeños, no más de cinco minutos.

Nunca le dejes solo en la bañera. Sujétale la cabeza durante los primeros meses. Hasta los cuatro meses no puede sostener bien su cabeza.

Asegúrate que el agua está a la temperatura correcta, utiliza un termómetro especial para comprobar que el agua está de 35 a 37 ºC. Nunca sumerjas al bebé sin comprobar la temperatura del agua.

No llenes la bañera demasiado. Mejor si la llenas primero con agua fría y añades la caliente.

Calienta antes la estancia con un calefactor para que el bebé no pase frío al salir del baño.

A los bebés más tranquilos les puede sentar bien un baño por la mañana, a los más inquietos, por la noche o al atardecer.

Es necesario estar tranquilos y relajados, háblale, sonríele y cántale mientras le bañas.

Sujétale correctamente, rodéale con tu brazo y apoya su cabeza en tu brazo si le bañas en bañera sin soporte.

También puedes bañarte con él, respetando la corta duración del baño. No añadas jabón en el agua.

La bañera que muestro en el vídeo se conoce como Tummy Tub. Se aconseja desde el nacimiento hasta los 12 meses. Ha sido diseñada con la ayuda de profesionales sanitarios expertos en el cuidado del recién nacido. Su forma hace que los bebés se bañen en posición fetal y les proporciona una sensación de seguridad y relax.

Si es posible, mantén la bañera a la altura de tu cintura, así estarás de pie mientras dure el baño y será más cómodo para ti.

Lávale el pelo con un champú especial para bebés, sin jabón, espumantes o perfumes, dos o tres veces por semana.

Si llora al salir, no le vuelvas a meter en el agua, sigue secándole y distráele. Bésale y acaríciale, convierte ese momento en un juego.

Seca su piel con pequeños toques, sin frotar con la toalla, especialmente los pliegues de su piel.

Mantén caliente la estancia donde lo cambies.

Córtale las uñas cuando sobresalgan de las puntas de sus dedos y puedan arañarse, hazlo tras el baño con unas tijeras especiales y siempre rectas.

Ten especial atención con los genitales. En el caso de las niñas, seca sus pliegues, siempre de delante a atrás y con respecto a los niños, no se debe retraer la piel del prepucio ( la piel que recubre la parte superior del pene), si no se lo indica su pediatra.

Si tiene legañas o secreciones en los ojos,  límpiaselos con una gasita mojada en suero salino, siempre del lagrimal hacia afuera y con una sola pasada. Usa una gasa para cada ojo.

Aprovecha la aplicación de loción o crema hidratante para hacerle un masaje en su cuerpo, un masaje suave refuerza el vínculo afectivo entre los padres y el bebé, calma el llanto y es eficaz también para aliviar los cólicos y el estreñimiento. Los masajes son la mejor caricia.

Hazlo rápido tras el baño para que no pierda calor. Si le pones crema en las piernas, tápale el cuerpo.

Los bebés recién nacidos presentan una sustancia blanquecina en la piel, especialmente en las arrugas, llamada vérnix, esa sustancia protege la piel del bebé y desaparece por si sola, no debe ser retirada.

El lanugo es un vello fino que recubre la espalda, hombros y frente de su bebé. Desaparece en las primeras semanas de vida.

Sécale con pequeños toques, sin frotar su piel.

También pueden pelarse, no les estires de la piel.

La llamada costra láctea, es una descamación de la piel del cuero cabelludo del bebé. No suele dar ningún problema y desaparece a los pocos meses, puedes aplicar la misma loción para el cuerpo tras el baño. No frotes la toalla en esa zona ni le cepilles con fuerza. Consulta con tu profesional sanitario si la costra láctea se presenta fuera de cuero cabelludo o si notas que la piel de esa zona está enrojecida.

Aplica pomada específica en la zona pañal solo cuando haya irritación.

El bebé no se debería sumergir hasta que no se le caiga el cordón umbilical. (Suele ocurrir del 5º al 15º día de vida)

Debes curarlo a diario, según indicaciones del pediatra o matrona. Generalmente con alcohol al 70%, sin cubrirlo con gasa, mantenerlo fuera del pañal y asegurándote que esta siempre seco.

No uses talco. El talco no es adecuado para los bebés. Pueden inhalar el polvo y reseca su piel.

No uses algodón ni bastoncillos de los oídos, no introduzcas nada en el oído del bebé. Si presenta cera, saldrá por si sola.

Si quieres usar colonia, debe ser especialmente formulada para bebés. Aplícale poca cantidad en su ropa, nunca en el pelo o en su piel.

 Cuídate y cuídale.

 Y os recomiendo un vídeo del videoblog Buscando para mi bebé que os aconseja sobre el tipo de bañera más adecuada para tu bebé.

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