Las lentes de contacto, más conocidas como lentillas, se colocan en el ojo para corregir problemas de vista o por motivos estéticos.

Existen diferentes tipos de lentillas, las de un solo uso (diarias) y las reutilizables, estas últimas puedes ser: semanales, quincenales, mensuales o anuales.

Si se limpian y aclaran bien evitarás problemas, es importante acostumbrarte a mantener limpias tus lentes de contacto.

Las lentillas de un solo uso (diarias) no requieren mantenimiento, aunque si unas medidas higiénicas generales para su manipulación.

Lávate las manos con agua y jabón antes de colocarte la lente.

Seca tus manos con una toalla que no deje pelusa.

Si la lente de un solo uso se cae antes de ponértela, debes usar otra.

Colócate las lentillas empezando siempre por el mismo ojo (por ejemplo el derecho) para evitar confusión.

Apoya la lente en la punta de tu dedo índice y comprueba que está en la posición correcta, lo verás por el borde, si sale hacia fuera o está recto, puede estar girada.

Usa los dedos medio y anular de la mano que llevas la lentilla para bajar tu párpado inferior o los dedos de la otra mano para ayudarte.

Mira hacia arriba y coloca la lentilla suavemente en la parte inferior, en la zona blanca del ojo, suelta el párpado y parpadea un par de veces.

Si te maquillas, hazlo tras la colocación de las lentes y desmaquíllate tras retirarlas.

Antes de quitarte las lentillas, lávate las manos y sécalas.

Mira hacia arriba, baja el párpado inferior y con el dedo índice desliza la lentilla desde el borde hacia abajo, pínzala suavemente con los dedos índice y pulgar.

Limpia tus lentillas al quitártelas.

Coloca la lentilla en la palma de tu mano, echa unas gotas de solución de limpieza de lentes de contacto sobre ella y con el dedo de la otra mano haz un ligero masaje circular, como si indicaras las horas en un reloj.

Usa siempre una solución de limpieza específica para lentes de contacto (peróxidos, solución única, salina…)

Aclara con un chorro de líquido limpiador y guárdala en el estuche.

Rellena el envase de solución limpiadora.

Retira la otra lentilla de la misma manera.

Quítate las lentillas siempre en el mismo orden para evitar errores. (Por ejemplo, empezando por la derecha)

El estuche debe estar limpio, cada vez que te pongas las lentillas, vacía el estuche y lávalo con la misma solución que usas para limpiar tus lentes de contacto.

Toca el estuche siempre con las manos limpias.

Si llevas el estuche encima, te recomiendo que lo guardes en otro estuche o funda que lo proteja y mantenga limpio.

Cambia el estuche cada mes.

Evita tocarte los ojos cuando lleves las lentes de contacto y usa gafas de sol los días de viento.

Sigue las recomendaciones de tu oculista con respecto al uso y mantenimiento de las lentes de contacto.

Y revisa tu visión con tu centro oftalmológico cada año.

Página de información sobre lentes de contacto (en inglés)

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